lunes, 30 de mayo de 2011

La retórica del diablo dentro del círculo cristiano es el silencio. El justo que calla ante la injusticia, la mujer que calla porque debe someterse a la voluntad de su esposo, la mujer que ni puede hacer preguntas durante las reuniones cristianas, sino esperar hasta estar en su casa para preguntarle a su esposo: “Señor, puede esta su sierva hacerle una pregunta que no pude durante el culto, para no avergonzarlo”. Así son las cosas, a eso se le llama historizar una convención social. Elementos culturales de la época en que la Biblia fue escrita, y que pasan a formar parte del "canon" mental de los fieles. Y es que la retórica del diablo es usar la Biblia fuera de contexto, esclavizar la fe de las personas. Lo más duro es que sus instrumentos terminan siendo aquellos que le reprenden a gritos en cada culto.
 
La retórica del diablo en la iglesia, para con los jóvenes, es el silencio. Ellos no tienen ni espacios ni voz. Los ministerios, supuestamente juveniles, están plagados por algunos caudillos más viejos que yo, están viejos del alma también. Porque hay jóvenes más legalistas que un magistrado, tan raros que son, y, con todo respeto, qué ciegos. Dejan de lado la alegría de vivir, se olvidaron que sólo se es joven una vez. Bueno, es que así les enseñaron y así aprendieron.

Pero es momento de desaprender todo eso, aferrarnos a algo mucho más provechoso que sentarnos en un culto a cantar música que ni entendemos, que ni es de nuestra época, que no nos conecta, ni con Dios ni con la verdad. Nos reunimos uno, dos, tres, o más días a la semana, para vernos la cara de indulgentes que tenemos (por no escribir algo más, y acrecentar mi lista de enemigos comploteros), porque fuera de nuestros templos una generación esta sedienta del "Agua de Vida", esa que dejamos de beber para buscar pozos secos, sueños pasajeros y tantas normas y reglas sin sentido.

A veces pienso que llegará el día en que deba pedir perdón a muchas personas por lo que escribo y por mi manera de hacerlo, me puedo equivocar, como cualquier otro lo haría. Le pido a Dios que me ayude, si es que llega ese momento, a reconocer que he fallado, a decir que lo siento. Pero no me asusta afirmar esto, porque sé que la verdad es Cristo y la Iglesia ha dejado de parecerse a él.
La retórica del diablo es el silencio, al que es diferente lo mandan a callar, le cierran las puertas. Tiene que salir por la parte de atrás, humillado como un ladrón, cuando no ha hecho más que escuchar la voz de Dios, y llorar pensando: “¿Cómo es posible que nadie entienda?”. Al pobre ya ni digamos, en algunas iglesias, cuya enseñanza se enfoca en el éxito, la prosperidad y el alcance de la realización personal, hasta es pecado ser pobre. Tontos, pobres ustedes que no se compadecen del necesitado, que tienen al corazón tan duro como la vida de millones. Nadie es pobre porque quiere serlo, lo que sucede es que alguien les ha quitado el pan de la boca, para dárselo a los perros.

La retórica del diablo en la iglesia sigue siendo el silencio del pueblo que le dice amén a todo, que siguen ciegamente la mentira de individuos que quieren enriquecerse en nombre del “reino”.  
El diablo visita nuestras iglesias; lleva a unos cuantos demonios, se sirven palomitas de maíz, y se sientan para ver el espectáculo evangélico de miles de hermanos enemistados, de miles de recursos mal administrados, inutilizados, de cientos de creyentes que se creen inmunizados ante el mal. ¡Cuidado! El Señor es fuego consumidor, eso es lo suelen decir y dejaron de decirse hace tiempo. Por algo estamos como estamos.
Durante esta tiempo hemos sido sólo una voz que clama, la persuación que invade nuestros templos y domina con magia a los fieles, no es más que el último intento de Satanás por apropiarse de tanto ciego como pueda. Pero de nosotros depende apagar el silencio, cambiar la retórica del diablo por la verdad eterna de Dios, y proclamar a gran voz, que el reino de Dios ha llegado. A los pobres es anunciada la buena voluntad del Señor, paz y justicia, luz para ya no andar en tinieblas.
En una iglesia que parece tambalear frente a los desafíos de la posmodernidad, una multitud de jóvenes se levanta, valientes y fieles, nos haremos sentir. Y desaparecerá al fin, la persuasiva maldad, para poder vislumbrar una gran cosecha de bien. Millones y millones cantando: "Bendito el que viene en el nombre del Señor". Amén.

7 comentarios:

  1. Primero quiesiera empezar felicitando a Emerson, por este tema es muy importante porq aunq muchos no lo crean es la causa y el motivo q muchos jovenes ya convertidos regresen al mundo debido a que ¡quisieron ser diferentes o pensaban diferente!a los ideales de aquellas personas que estan acostumbradas a solo delegar deberes y apuntar con el dedo en vez de apoyar y darle la oportunidad a nuevas ideas. Tambien creo q ¡¡no hay peor ciego q el que no quiera ver!! las iglesias se estan destruyendo porq muchos tienen temor de hablar tan claro como en est publicacion!!!

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  2. bueno es cierto ahora en las iglesias al menos en la mayoria lastimosamente solo dan un evangelio diluido... ya va bien masticadito solo para tragar.. ya le tienen temor de decir las cosas como son a la gente. y cuando uno quiere opinar algo distinto o algo que ha descubierto pues ya lo tachan a uno de hereje. como digo ser cristiano es mucho mas que ir a sentarse a una silla, y estremecerse con las alabanzas, es mucho mas que solo andarle hablando de prosperidad a la gente. las personas solo lo bonito quieren oir esa la realidad...y alos jovenes les han querido enseñar un evangelio suavecito de gozo y felicidad y color de rosa para que no se aflijan, y si es inconverso peor aun le dibujan un mundo de fantasias para que no se corra, diganme Jesus se andaba absteniendo de hablar claro??? es mas a los inconversos es a los que mas claro se les tiene que hablar..

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  3. felicidades hermano Emerson por este blog, y si ya es hora de salir del letargo...

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  4. Gracias por el comentario, Ana. Lo importante y valioso es que aún hay esperanza, conocemos el camino, ahora transitemos por él. De nosotros depende que esto no vuelva ocurrir a ningún joven.

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  5. Helen, gracias por leer y comentar. Sin duda que los jóvenes y toda la iglesia en general, estamos dormidos mientras el mundo se pierde. Pero fiel es Dios para ayudarnos, a pesar de nuestros errores y limitaciones.

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  6. felicidades emerson por este tema muy importante estare pendiente.cuidate y que dios te bendiga.

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  7. me parece barbaro y coincido en lo q apunta hay q sacarse la careta y llegar a todos en nombre de Dios .terminar con estructuras q no sirven y alejan a muchos jovenes Dios es simple el pretende q seamos mas solidarios q no odiemos ni guardemos rencor despues lo demas es puro cuento..somos muy egoistas y no respetamos nada desde el mundo hermoso q el nos regalo con todo lo q eso incluye .ni valoramos cada ves q despertamos solo nos quejamos.pero creo q con gente como vos y con la ayuda de DIOS ESTO CAMBIARA DIOS TIENE Q SER MAS Q UN CONCEPTOcomo dice jesus adrian romero soy amalya

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